Este material ha sido producido a partir de notas de
clase y corresponde a la tercera sesión del segundo de tres módulos
que integran la Diplomatura Universitaria en Masculinidades con Enfoque de
Género, dictada por Gabriela Córdoba y Darío Casals durante 2025
en la Universidad Nacional de Tucumán (UNT).
El Curso 2 se titula "Masculinidades y Cuidados" y
la tercera sesión abordó la Unidad 3: Vincularidades de pareja. Patrones
relacionales, afectos e intimidad en los vínculos de pareja desde la óptica
masculina. Modalidades vinculares actuales.
El contenido sintetiza un análisis exhaustivo sobre la
crisis vincular contemporánea y la persistencia de las asimetrías de género,
basándose en una investigación de campo con varones heterosexuales cisgénero de
Tucumán. La sesión analizó la crisis vincular contemporánea, marcada por
la coexistencia conflictiva de dos paradigmas: el Amor Romántico
(centrado en la perdurabilidad y la asimetría de poder) y el Amor Líquido
(caracterizado por la fluidez y la transitoriedad). Se presentó una
investigación de campo con varones heterosexuales cisgénero de Tucumán, cuyos
hallazgos revelaron la "reserva íntima masculina" como
estrategia consciente para ocultar emociones y evitar la sensación de
vulnerabilidad.
I. La Crisis Vincular Contemporánea: Coexistencia de Paradigmas
Las relaciones actuales se desarrollan en un contexto
volátil marcado por el consumismo y la fascinación por la novedad. Esta
dinámica genera una crisis por la coexistencia conflictiva de dos modelos
relacionales:
- Paradigma
del Amor Romántico: Centrado en la perdurabilidad y la exclusividad,
con arreglos heteronormados y un erotismo de dominio masculino. Este
modelo se basa en una asimetría de poder: dominio masculino y
sumisión/cuidado femenino.
- Paradigma
del Amor Líquido: Caracterizado por la fluidez, la transitoriedad y
lo efímero. Bajo la influencia de Zygmunt Bauman, el compromiso
duradero deja de ser atractivo, y la continuidad del vínculo depende de un
cálculo individual de beneficios. El problema en este modelo no es la
multiplicidad de historias, sino su "carácter de simulacros"
sin disposición a asumir un compromiso.
La Persistencia de la Desigualdad
A pesar de los discursos feministas y democratizadores, las
transformaciones sociales no han logrado conmover las estructuras patriarcales
en la intimidad. Esto genera una "ilusión de equidad", donde
persisten formas asimétricas de poder.
- Socialización
de Género: La educación tradicional preparaba a las niñas para "renunciar
a sí mismas como prueba del verdadero amor" y apostar a la pareja
como centro de sus vidas. En contraste, a los varones se les enseñaba a valorar
su libertad y autonomía sin invertir en lo afectivo.
II. Hallazgos de Investigación: Patrones Masculinos en la Pareja
Una investigación de campo con varones heterosexuales
cisgénero de 25 a 45 años de Tucumán reveló patrones específicos:
1. La Contradicción y el Modelo de Complementariedad
Los varones encuestados tienen una visión contradictoria
de la pareja: en privado, la reconocen como una fuente importante de
autoestima; en grupos de pares, manifiestan menosprecio del vínculo,
asociándolo a aburrimiento o monotonía, para reforzar su independencia.
El modelo relacional dominante es el de la complementariedad,
donde cada miembro suple las cualidades que el otro carece, lo que en la
práctica deriva en una rigidez de roles y dependencia.
2. La "Reserva Íntima Masculina"
Un hallazgo clave es la "reserva íntima
masculina": una estrategia consciente de los varones para ocultar
emociones y omitir información ante la pareja.
- Justificación:
Es un mecanismo de defensa ante la percepción de ser controlados, juzgados
o la posibilidad de perder la autosuficiencia.
- Contenido
Silenciado: Principalmente, se silencian las emociones y las
necesidades, ya que podrían cuestionar el "dominio viril que deben
ejercer". En este contexto, el amor se vivencia como un "juego"
sin gran compromiso emocional.
- La
Intimidad Masculina: Si bien los varones anhelan la intimidad, sus
formas de conexión tienden a ser sensoriales, concretas y prácticas.
Consideran centrales las actividades compartidas ("acompáñame
a lavar el auto") y la sexualidad como vías primordiales de
conexión. El compartir estados afectivos es la modalidad más
esquiva.
III. Ética del Encuentro: Responsabilidad Afectiva y Consentimiento
La sesión analizó dos conceptos éticos fundamentales para la
construcción de vínculos más conscientes.
1. La Responsabilidad Afectiva
Se define como el compromiso de hacerse cargo del impacto
de nuestras acciones, palabras y silencios sobre las emociones de las
personas con las que nos vinculamos. Para contrarrestar la "lógica de
lo descartable" y prácticas como el ghosting, se requiere:
- Claridad
Comunicacional: Hablar sobre intenciones, límites y expectativas.
- Coherencia:
Evitar dobles mensajes.
- Sostenimiento
de Conversaciones Incómodas: Asumir el diálogo en lugar de la evasión.
2. El Consentimiento Sexual
Se subraya que el consentimiento no es un acto neutro, sino
que está atravesado por dinámicas de género (ej. a las mujeres se les inscribe
en el rol de "resistir o conceder favores sexuales").
- Cultura
de la Confirmación: Es crucial transitar de una "cultura de la
presunción" (asumir el consentimiento por defecto) a una "cultura
de la confirmación", donde el consentimiento es activamente
buscado y confirmado en cada etapa de la interacción.
- Principios:
El consentimiento debe ser dado libremente, sin presión ni
manipulación, el silencio no es consentimiento, y puede ser revocado en
cualquier momento.
IV. Estrategias de Comunicación: De la Culpa a la Asertividad
La clase propuso herramientas prácticas para mejorar la
comunicación vincular, cuyo objetivo central es correrse de la lógica de
"echar culpa" y fomentar la responsabilidad afectiva. El
desafío clave identificado es la dificultad para diferenciar entre el sentir
(emoción) y el pensar (intelectualización).
Se proponen dos estructuras para la expresión afectiva y la
claridad en las peticiones:
1. Fórmula "Siento... Necesito..."
Similar a la Comunicación No Violenta, es más introspectiva
y dinámica. Permite situar la emoción y la necesidad en uno mismo sin juzgar al
otro:
- Me
siento... (Identificación de la emoción: triste, frustrado, etc.).
- Cuando
vos... (Situación o conducta del otro).
- Porque...
(Explicación del impacto).
- Necesito...
(Solicitud clara y específica).
2. Acrónimo DEPA (Descripción, Expresión, Pedido,
Agradecimiento)
Considerada una técnica más estructurada y "cognitivo
conductual", es útil para abordar conflictos específicos en la pareja.
- (D)escripción:
Descripción objetiva del problema (Ej. "He notado que durante la cena
estamos más enfocados en los teléfonos").
- (E)xpresión:
Verbalización del sentimiento personal que genera la situación (Ej.
"Me siento desconectado cuando pasa eso").
- (P)edido:
Solicitud concreta y realizable (Ej. "¿Podríamos proponer dejar el
teléfono a un lado durante ese momento?").
- (A)gradecimiento:
Expresión de gratitud o el beneficio mutuo (Ej. "Gracias por
escucharme").
Conclusión
La sesión concluyó que el panorama vincular actual está
definido por una tensión constante entre las viejas estructuras
patriarcales y las nuevas búsquedas democratizadoras, así como entre el anhelo
de autonomía y la necesidad de sostén afectivo. A pesar de la "ilusión
de equidad", las formas asimétricas de poder al interior de los
vínculos persisten. La investigación con varones heterosexuales de Tucumán
subrayó que el modelo relacional predominante es la complementariedad,
que a menudo genera rigidez en los roles y depedencia.
El desafío para la intimidad masculina es significativo, ya
que los varones tienden a recurrir a formas sensoriales, concretas y
prácticas para conectarse. La sexualidad y las actividades
compartidas son consideradas vías centrales de intimidad, mientras que el compartir
estados afectivos resulta la modalidad más esquiva. Esta dinámica
evidencia que "el hacer está reemplazando al decir", y muchos
varones emplean la "reserva íntima masculina" para silenciar
emociones y necesidades, buscando preservar el "dominio viril"
y evitar que se cuestione su autosuficiencia.
Frente a la "lógica de lo descartable" y el
simulacro asociado al "modelo Tinder", la clase
enfatizó la necesidad de una ética del encuentro. Esto se cimienta en
dos conceptos éticos fundamentales:
- Consentimiento
Sexual: Se debe transitar de la "cultura de la
presunción" a una "cultura de la confirmación",
buscando el consentimiento libremente y entendiéndolo como revocable
en cualquier momento.
- Responsabilidad
Afectiva: Definida como el compromiso de hacerse cargo del impacto
de nuestras acciones, palabras y silencios sobre las emociones de los
demás.
Finalmente, se propusieron
herramientas como la fórmula "Siento... Necesito..." y el
acrónimo DEPA (Descripción, Expresión, Pedido, Agradecimiento). El
objetivo de estos métodos es "correrse" de la lógica de "echar
culpa" y fomentar la responsabilidad personal sobre los propios
sentimientos y necesidades. La correcta aplicación de estas herramientas exige
un alto grado de autoconciencia y la dificultad principal
identificada fue la de diferenciar claramente entre el sentir y el pensar.
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