sábado, 13 de septiembre de 2025

Modulo 2, clase 1. Las masculinidades y su relación con la salud integral. Diplo C&C

 

El objetivo central del módulo es ofrecer herramientas prácticas y marcos teóricos para cuestionar las masculinidades hacia modelos más saludables, conscientes y amorosos, tanto en la vida personal como en la profesional, pensando estas estrategias de manera conjunta.

Este material ha sido producido a partir de notas de clase y corresponde a la primera sesión del segundo de tres módulos que integran la Diplomatura Universitaria en Masculinidades con Enfoque de Género, dictada por Gabriela Córdoba y Darío Casals durante 2025 en la Universidad Nacional de Tucumán (UNT). La Unidad 1 se titula "Las masculinidades y su relación con la salud integral". Gabriela Córdoba señaló que, aunque la masculinidad se asocia con atributos como "fuerza, invulnerabilidad, resistencia", la cultura no enseñó a los varones a cuidarse a sí mismos ni a otros. Este descuido es cultural y tiene impactos significativos en su salud, emociones y vínculos. El objetivo del curso es ofrecer herramientas prácticas y marcos teóricos para transformar las masculinidades hacia modelos "más saludables, conscientes y amorosos".

 

I. Introducción al Módulo: El Desafío de Vincular Masculinidad y Cuidado (Gabriela Córdoba)

Gabriela Córdoba abrió la sesión explicando el propósito del curso, a pesar de considerar que el nombre "Masculinidades y Cuidados" podría no ser "muy convocante". La razón de ser de esta vinculación radica en que, si bien la masculinidad se asocia con atributos como "fuerza, invulnerabilidad, resistencia", la mirada desde el cuidado evidencia que a los varones no se les enseñó a cuidarse a sí mismos ni a cuidar a otros. Este descuido es cultural y tiene impactos significativos en la salud, las emociones, los vínculos de pareja y la paternidad.

El curso se propone desafiar esta asociación, ya que el cuidado es una "capacidad profundamente humana" y una forma de sostenerse y vincularse. La meta es construir posicionamientos masculinos "más empáticos, más conscientes y más saludables".

El Autocuidado como Acto Político y la Deuda Social

El autocuidado se define como una "práctica necesaria para sostener la propia vida" y el conjunto de acciones para proteger la salud integral. Se estructura en cuatro dimensiones interrelacionadas: Física, Emocional (darse permiso para sentir y nombrar emociones), Cognitiva (descansar de preocupaciones, evitar la sobreexigencia) y Espiritual (conectar con un sentido profundo). Inspirada en Audre Lorde, Córdoba subraya que el autocuidado es político y un acto de resistencia.

El cuidado, en general, debe conceptualizarse como una actividad imprescindible para el sostenimiento de la vida, que sostiene el sistema económico y social. Se postula que debe abordarse como una deuda social, una responsabilidad compartida que ha sido históricamente ignorada por las instituciones y los varones. Esto implica que lo recibido se devuelve a la red, a la comunidad, y exige la corresponsabilidad de los varones y la asunción de rol por parte del Estado.

Obstáculos Socioculturales

El patriarcado y el capitalismo han relegado las tareas de cuidado a la esfera reproductiva (femenina y no remunerada), reforzando en los varones una subjetividad "autocentrada" y "jerárquica" que espera que las mujeres sean "mayordomas existenciales". Los varones son socializados para "asumir riesgos, hasta que el cuerpo aguante", y su cuerpo es vivido como un "instrumento para el trabajo", registrando la enfermedad solo cuando imposibilita su desempeño laboral. Esta dinámica contribuye a una "sobremortalidad masculina importante y creciente".

 

II. Determinantes Socioculturales y el Impacto en la Salud Masculina (Darío Casals)

Darío Casals se centró en cómo la socialización de género propicia conductas desfavorables para la salud de los hombres, analizando estadísticas globales.

Brecha en la Esperanza de Vida

Existe una brecha global en la esperanza de vida:

  • Esperanza de vida al nacer: Los hombres viven en promedio 74 años, mientras que las mujeres alcanzan los 80 años (una diferencia de 6 años).
  • Esperanza de vida saludable: Los hombres viven 63.7 años sin enfermedades o discapacidades significativas, frente a los 67.7 años de las mujeres (una diferencia de 4 años).

La Paradoja del Género en el Suicidio

En salud mental, Casals destacó la "paradoja del género en el suicidio":

  • Los hombres mueren por suicidio a una tasa dos veces mayor que las mujeres a nivel global. Esta tasa puede ser 3 o 4 veces mayor en países de altos ingresos debido a la alta competencia.
  • Las mujeres, en cambio, presentan una mayor tasa de intentos no mortales y reportan más pensamientos suicidas.
  • Los hombres utilizan métodos más violentos y letales.
  • La presión por cumplir con la masculinidad tradicional (ser fuerte, independiente) lleva a los hombres a reprimir sus emociones y a no buscar ayuda para problemas de salud mental. Esto contribuye a que los hombres estén "muy solos", ya que la comunicación emocional con otros varones es muy limitada.

Factores de Riesgo y Conductas Temerarias

La socialización masculina se traduce en una mayor propensión a las conductas de riesgo:

  • Criminalidad: Los hombres representan más del 90% de la población carcelaria a nivel mundial, una disparidad constante en todas las culturas.
  • Conductas Temerarias: La tasa de muerte por accidentes de tránsito es entre dos y tres veces mayor en hombres que en mujeres.
  • Consumo de Sustancias: Los hombres consumen la mayoría de las sustancias ilícitas (marihuana, cocaína, opioides) en una proporción de dos a tres veces mayor que las mujeres.
  • Prevención: Las mujeres realizan muchos más chequeos médicos preventivos que los hombres.

Casals concluyó que la salud es el resultado de un balance constante entre factores de protección (entorno social, económico, educativo, sistema de salud) y factores de riesgo (entorno social, económico, ambiental, comportamiento). Es fundamental el análisis desde la interseccionalidad para comprender cómo se distribuyen el dinero, el poder y los recursos a nivel global, nacional y local, afectando las condiciones de vida de los varones.

 

III. Análisis Crítico de Modelos Viriles Actuales

La clase incluyó un análisis crítico de los mensajes difundidos en redes sociales sobre el "Hombre de Valor". Este discurso hegemónico, dirigido a hombres jóvenes:

  • Instrumentaliza Conceptos: Toma conceptos como la inteligencia emocional y el autocuidado, pero los despoja de su profundidad para reorientarlos hacia fines utilitarios. La empatía se reinterpreta como una herramienta para la manipulación.
  • Individualismo Extremo: Se enfoca en el éxito personal, la ambición individual y la autorreferenciación, con una notable ausencia del cuidado al otro.
  • Meritocracia y Dominación: El discurso se basa en la meritocracia, la cual opera como un dispositivo de dominación.
  • Riesgos para la Subjetividad: Este modelo es altamente peligroso porque obtura la capacidad de frustración y la flexibilidad, generando violencia. Impone expectativas rígidas (ser fuerte, líder, competir), lo que conduce a una "frustración muy alta, muy elevada" cuando los varones no logran cumplir con estos mandatos.

 

IV. Hacia un Modelo de Salud Basado en la Cooperación y la Sexualidad Consciente

La segunda parte de la clase abordó propuestas de transformación para contrarrestar los mandatos que fomentan el individualismo, la soledad y la negligencia en el autocuidado.

Del Paradigma de la Competencia a la Cooperación

Se propone un cambio de paradigma:

  1. Paradigma Dominante (Competencia): Se basa en la lucha por ser superior, la independencia, la autosuficiencia, el éxito personal, el control, la dureza y el riesgo, enmarcado en el contexto capitalista, neoliberal y patriarcal.
  2. Paradigma de la Cooperación: Prioriza el trabajo conjunto para el beneficio colectivo. Sus rasgos principales son la Interdependencia (reconocer la necesidad mutua), la Empatía y el Apoyo Mutuo. Este modelo holístico promueve la construcción de comunidad y redes de contención, fundamentales para la salud mental masculina.

El Cuidado de Sí (Según Foucault)

Se propone conceptualizar al varón no solo como "factor de riesgo", sino de forma más amplia, a través del concepto de "cuidado de sí" de Michel Foucault. Este es un "conjunto de prácticas a través de las cuales un individuo establece una relación consigo mismo y se constituye como sujeto de sus propias acciones". Ello implica revisar los pensamientos y creencias de la masculinidad hegemónica, conectarse con el miedo y reconocer la propia vulnerabilidad.

La Sexualidad Masculina Consciente

Darío Casals analizó la sexualidad masculina hegemónica (obligatoria, obsesión por la potencia y el desempeño, mujeres como objetos sexuales, y la sexualidad centrada en el coito).

Como alternativa, se propone la Sexualidad Masculina Consciente, que se vive con mayor conciencia, conexión con el propio cuerpo y las emociones propias y del otro, trascendiendo los mandatos de rendimiento. Sus claves incluyen:

  • Duelo de los Binarismos: Romper con la lógica binaria (activo/pasivo, éxito/fracaso).
  • Responsabilidad Afectiva: Implica la comunicación "honesta y empática", reconociendo al otro como sujeto separado y rompiendo con la idea de posesión.
  • Fin de la Obviedad: Gabriela Córdoba enfatizó la necesidad de que los varones "dejen de trabajar con lo obvio" en los vínculos, ya que la presunción de que el otro comprende las señales de la misma manera obstaculiza la conexión genuina y la responsabilidad afectiva.
  • El Encuentro Sexual: Sustituir "tener sexo" por "gestar un encuentro sexual", quitando el protagonismo al coito y al orgasmo, y buscando una conexión afectiva y sexual más profunda.

 

 

Conclusión

La clase concluyó que la socialización de género propicia conductas desfavorables para la salud de los hombres, con consecuencias visibles en estadísticas globales. Existe una brecha en la esperanza de vida (hombres 74 años, mujeres 80 años) y en la esperanza de vida saludable (hombres 63.7 años, mujeres 67.7 años). Este fenómeno es global y se observa en todas las culturas. Además, los hombres mueren por suicidio a una tasa dos veces mayor que las mujeres, un fenómeno conocido como la "paradoja del género en el suicidio".

Darío Casals explicó que la presión por cumplir con la masculinidad tradicional (ser fuerte, independiente) lleva a los varones a reprimir las emociones y a no buscar ayuda para problemas de salud mental, lo cual contribuye a que estén "muy solos". La socialización también promueve conductas temerarias, viendo el cuerpo como un "instrumento para el trabajo", de modo que la enfermedad solo se registra cuando impide el desempeño laboral. Esta dinámica de ignorar los síntomas iniciales resulta en una "sobremortalidad masculina importante y creciente".

El análisis del discurso del "Hombre de Valor" en redes sociales mostró cómo el sistema capitalista y patriarcal instrumentaliza conceptos positivos (como el autocuidado o la inteligencia emocional) para fines utilitarios, promoviendo un individualismo extremo y la manipulación. Este discurso, basado en la meritocracia como un "dispositivo de dominación", impone expectativas rígidas que, al no cumplirse, generan una "frustración muy alta, muy elevada" y conducen a la violencia.

Como propuesta de transformación, Gabriela Córdoba planteó que el autocuidado es político, una estrategia de resistencia, y que el cuidado debe abordarse como una "deuda social" que exige la corresponsabilidad de los varones y la asunción de rol por parte del Estado. Para contrarrestar el individualismo, se propuso un Modelo de Salud basado en la Cooperación e Interdependencia, que fomente la capacidad de los varones para "construir comunidad" y "generar una red de contención", trascendiendo la lógica de la competencia y el dominio. Este enfoque requiere que los varones superen la "subjetividad autocentrada" y se permitan la vulnerabilidad, en un acto activo de cuidado.

 

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