lunes, 19 de noviembre de 2018

Soberania nacional y violencia institucional


En los '70 Foucault pensaba la ligazón
entre política y emancipación

REVALORIZAR LA POLÍTICA EN EL DIA DE LA SOBERANIA NACIONAL



















La "soberanía" es el poder político supremo que corresponde a un Estado independiente. Existe una estrecha relación entre la soberanía, la política y la violencia institucional. El Estado es nuestra institución mas extensa y abarcativa: liga nuestra corporalidad y subjetividad a un espacio físico imaginado como unidad; y nos permite celebrar los pactos sociales mas elementales para la vida en sociedad. La "política" es la herramienta evolutiva que los seres humanos desarrollamos para armar y sostener los "pactos morales" que hacen posible la vida en comunidad sin que nos auto destruyamos. La violencia suprema sobre la institución del Estado implica la destrucción premeditada desde el ámbito político para eliminiar precistamente la idea de "soberanía". Es una destrucción sorbe el cuerpo, la subjetividad y la idea de unidad; con el objetivo de disolvernos y dejarnos en estado líquido para ligarnos a identidades planetarias dominantes desde posiciones de subalternidad, y no de igualdad. Así, enaltecer "la soberanía nacional" es ni mas ni menos que proclamar el más intimo desdeo de igualdad y paz entre todos los seres y habitantes del mundo; conservando la propia identidad subjetiva y nacional. Esa que destruye -por destituírla- toda violencia institucional.  

La "política" es la herramienta más sofisticada de la evolción de los seres humanos para conservar y desarrollar la vida desde sus dimensiones más intimas y privadas hasta las más sociales y públicas. Lo es porque permite re actualizar consantemetne los pactos morales y luego sociales para acomodar y modificar las relaciones entre los seres humanos sin que nos eliminemos por la vioalencia. Sin embargo -paradojicamente- el ámbito político se puebla de las subjetividades menos políticas, mas despolitizadas y mas crueles con la comunidad en la que viven. ¿Cómo encontrar la manera de construir política sin repetir los esquemas de los verdugos? Es el desafío para pensar la política y la moral en el día de la Soberanía Nacional. 


El Día de la Soberanía Nacional conmemora el aniversario de la Batalla de la Vuelta de Obligado. En esta batalla se enfrentaron la Confederación Argentina y la Marina Anglo Francesa en el año 1845. La batalla tomó lugar en el Río Paraná, río que atraviesa a Brasil, a Argentina y a Paraguay. Aunque las fuerzas argentinas perdieron dicha batalla, la flota Anglo Francesa debió aceptar la soberanía argentina para los ríos interiores. La celebración de este día fue aprobada en 1974 y enmarca un símbolo de independencia y libertad para la población. Sin embargo, fue solo hasta el año 2010 que fue promovido a feriado nacional. El día se celebra el 20 de noviembre de cada año. (wincalendar.com, activo 2018-11-19)

Del instagran del ex diputado Tomas Salvador Rodriguez. (https://www.instagram.com/tomastury/
“Su pregunta es: ¿por qué me interesa tanto la política? Si pudiera responder de una forma muy sencilla, diría lo siguiente: ¿por qué no debería interesarme? Es decir, qué ceguera, qué sordera, qué densidad de ideología debería cargar para evitar el interés por lo que probablemente sea el tema más crucial de nuestra existencia, esto es, la sociedad en la que vivimos, las relaciones económicas dentro de las que funciona y el sistema de poder que define las maneras, lo permitido y lo prohibido de nuestra conducta. Después de todo, la esencia de nuestra vida consiste en el funcionamiento político de la sociedad en la que nos encontramos.” Michel Foucault en "La naturaleza humana: justicia versus poder. Un debate con Noam Chomsky." (Katz Editores, Bs.As., 2007)

Y mi respuesta ...
Celebro Tury tu gusto por Foucault, y la política. Coincido totalmente. Y pienso... que paradojicamente el ámbito político se puebla de las subjetividades menos políticas, mas despolitizadas y mas crueles con la comunidad en la que viven. ¿Cómo encontrar la manera de construir política sin repetir los esquemas de los verdugos? Es el desafío. Gran abrazo.


Ver:
Violencia de los Ricos

Día de la Soberanía Nacional


domingo, 18 de marzo de 2018

Planificación y Proyectos, material para la implementación




Modelo de formulario para el desarrollo de proyectos para la Comunidad Internacional. Fuente, Consorcio ALIAR, 2017.
Ver y bajar (hace falta estar registrado gratuitamente en la plataforma Scribd para bajar)


martes, 9 de enero de 2018

Propiciar la participación ciudadana en políticas de seguridad

Propiciar la participación ciudadana en políticas de seguridad y en la conducción policial del gobierno civil: a cerca de los desafortunados incidentes policiales en Barrio Solidaridad.

El caso del asesinato policial de Nahuel Salvatierra en barrio Solidaridad y del posterior accionar presuntamente represivo a vecinos jóvenes del barrio el domingo pasado; resultan indicadores claros de una institución policial que se desmembra entre las cúpulas de conducción policial y del propio Ministerio de Seguridad, y las bases que operan en el territorio. Ha ocurrido antes en épocas de crisis social, como en los setenta; cuando se relajó el control institucional de la seguridad frente al fantasma creado políticamente del enemigo interno; época en que los ciudadanos pensaban “por algo será”, cuando los grupos policiales desaparecían personas.

Es por lo tanto fundamental que la política de la conducción policial sea observada por legisladores y jueces, y caiga el peso de la ley sobre policías que pueden cometer abuso de autoridad hasta situaciones como la muerte. Sin embargo, la apuesta debe ir más lejos y plantea un profundo problema de gobernabilidad que tensiona la participación y la representación política. En materia de seguridad, nos debemos una democratización real de las fuerzas. Muy poco se hizo desde la dictadura, y esa escacés de voluntad obedece a la fantasía de grupos políticos que creen controlar las instituciones de seguridad, siempre en un delicado equilibrio. Porque comienzan matando a los pobres que parecen mas distantes y distintos que nunca antes en las democracias representativas neoliberales como la actual, y se extienden sobre el propio poder político. Pasó en los setenta.

Pasar por situaciones límites como la muerte de seres queridos en manos de quienes hacen uso de la fuerza legítima del gobierno como es la institución policial (como también el ejército, la gendarmería y la marina); tiene que ser capitalizado por los familiares y fundamentalmente por los jóvenes; como un compromiso constante para la democratización de las fuerzas de seguridad. Empieza por mínimos esfuerzos por organizarse; los que necesitan ser acompañados y continuados por representantes políticos y funcionarios comprometidos, capaces de dejar a un lado el oportunismo político de construcción de agendas propias para acrecentar o mantener el poder; y trabajar en serio por la inclusión de las opiniones y decisiones de los vecinos en la seguridad.

Participar implica efectivamente tomar parte de las decisiones de gobierno en la conducción, frente a la mera representación que implica hacerse presente de alguna manera, pero no estar efectivamente en la acción.

En toda la década pasada se intentó desarrollar una seguridad ciudadana sin éxito. Porque el proyecto confundió la participación efectiva con la representación. Se convocó a los vecinos a opinar sobre lo ya decidido. Es hora de que legisladores y jueces trabajen para abrir la institución policial al control y a la proximidad de la gente; como lo piensan silenciosamente importantes sectores de la propia institución policial que poco pueden hacer frente al poder altamente discrecional del Ejecutivo y del propio poder de Policía, ocupados en la emergencia de conducir una fuerza que mas temprano o más tarde, le resulta hostil desde sus bases.


Legisladores, jueces, militantes y vecinos; comprometámonos con la democratización policial; por Nahuel Salvatierra, y por cada caso de jóvenes salteños abusados por el poder policial que se va tornando inmanejable en un estado que es cada día un poco más represor para instalar el disciplinamiento necesario que exige la extracción de riqueza a los que menos tienen. 


Ver extractos publicados en artículo La Gaceta Salta