sábado, 20 de septiembre de 2025

Modulo 2, clase 2. El cuidado de sí y la emocionalidad masculina. Diplo C&C

 

Este material ha sido producido a partir de notas de clase y corresponde a la segunda sesión del segundo de tres módulos que integran la Diplomatura Universitaria en Masculinidades con Enfoque de Género, dictada por Gabriela Córdoba y Darío Casals durante 2025 en la Universidad Nacional de Tucumán (UNT).

El Curso 2 se titula "Masculinidades y Cuidados", y la sesión del sábado 20 de setiembre de 2025 abordó la Unidad 2: El cuidado de sí y la emocionalidad masculina. Un tema que, según Darío Casals, constituye la base fundamental del trabajo con masculinidades. Casals definió la gestión emocional como un proceso de tres pasos: identificar, comprender y regular las emociones, enfocándose desde el psicoanálisis en "reconocer el origen y el significado" de las mismas para evitar la "reacción impulsiva", una tendencia común en los varones. Gabriela Córdoba, por su parte, analizó cómo la socialización de género impone un "disciplinamiento emocional", describiendo la "colonización emocional" a través de la cual los adultos imponen mandatos como "no llores" para forzar a los niños a reprimir el miedo, la tristeza y el dolor, mientras la ira se convierte en la vía de expresión facilitada por la cultura.

 

I. La Gestión Emocional como Fundamento del Cuidado (Darío Casals)

El docente Darío Casals inició su exposición subrayando que la gestión emocional es la base fundamental del trabajo con masculinidades en diversos contextos (violencia, paternidad, deconstrucción).

1. Enfoque Psicoanalítico de la Emoción

La gestión emocional se define como un proceso de tres pasos: identificar, comprender y regular las emociones. Desde el psicoanálisis, este proceso no busca reprimir o controlar las emociones, sino "reconocer el origen y el significado" de las mismas. Se trata de un "trabajo psíquico" que permite al individuo integrar experiencias afectivas sin ser desbordado, facilitando una respuesta consciente en lugar de una reacción impulsiva, algo que es una tendencia común en los varones.

Este enfoque profundiza en el "porqué" de la emoción, investigando conflictos inconscientes y experiencias tempranas. Casals citó las contribuciones de:

  • Sigmund Freud (teoría de la represión).
  • Melanie Klein (emociones primitivas).
  • Wilfred Bion ("función alfa", capacidad de contención y transformación de emociones "crudas").
  • Donald Winnicott ("holding", sostenimiento para desarrollar seguridad).

2. Consecuencias de la Represión Emocional Masculina

Cuando las emociones no se procesan o se reprimen (una tendencia alentada socialmente), se acumulan, generando una tensión interna que se manifiesta en diversas problemáticas:

  • Somatización: Las emociones no tramitadas se convierten en dolores físicos y enfermedades. El cuerpo "habla lo que la mente no puede tramitar".
  • Aumento de Estrés y Ansiedad: Tensión constante que lleva a la angustia generalizada.
  • Trastornos del Estado de Ánimo: La depresión en varones a menudo se presenta como "depresiones enmascaradas" (insomnio, problemas digestivos, apariencia de felicidad).
  • Adicciones y Evitación: El abuso de sustancias o tecnología es un mecanismo para "adormecerse" y escapar de las emociones.

 

II. La Colonización y el Disciplinamiento Emocional (Gabriela Córdoba)

Gabriela Córdoba abordó la lógica afectiva desde una perspectiva de género, basándose en sus investigaciones de posdoctorado sobre masculinidades y emocionalidad.

1. Los Afectos como Construcción Sociocultural

Aunque los afectos tienen una base neurofisiológica, la forma en que los percibimos, nombramos y gestionamos es un aprendizaje social y cultural. La docente afirmó que somos "entrenados" para sentir de un modo considerado "adecuado" para cada situación, y que los afectos son "moldeados, nombrados y etiquetados culturalmente".

Este entrenamiento tiene un doble efecto en la socialización de género:

  • Disciplina Diferencial: Mientras que a las mujeres se les permite la tristeza, el miedo y el dolor, se les exige inhibir la ira. A los varones se les prohíbe la expresión de miedo, temor y dolor, y se les facilita la ira como "vía de expresión facilitada por la cultura".

2. La Colonización Emocional y la "Ortopedia Corporal"

Córdoba introdujo el concepto de "colonización emocional" (acuñado por B. L. M. Espeleta) para explicar cómo los adultos imponen representaciones sociales a los niños varones mediante mandatos como "no llores" o "no sientas dolor". El objetivo es que los niños "encajen en la caja de la masculinidad".

Este proceso opera mediante una "ortopedia corporal y comportamental" que exige al cuerpo masculino rigidez y contención.

Mecanismos de Ocultamiento y Descarga:

  1. Desestimación del afecto: Reconocen el afecto angustioso, pero eligen activamente no prestarle atención ("escisión del dolor"). La energía reprimida (la "lava del volcán") se descarga en el cuerpo (somatizaciones), lo mental (parálisis) o en actos (estallidos de violencia).
  2. Inhibición afectiva: Mecanismo más radical para impedir que los estados afectivos se desarrollen, lo que puede conducir a la alexitimia (incapacidad de verbalizar afectos).

La consecuencia de este proceso es que la ira se convierte en un sentimiento autorizado y secundario, que enmascara otras emociones reprimidas como la angustia o la frustración. Además, existe un gran temor a la burla de los pares si se demuestran sentimientos.

 

III. El Desafío de las Competencias Emocionales y el Equilibrio (Córdoba y Casals)

La clase concluyó con una propuesta para el procesamiento saludable de las emociones, enfocada en la intervención y el cambio.

1. La "Caja de Herramientas" y las Competencias (Gabriela Córdoba)

Gabriela Córdoba utilizó la metáfora de la "caja de herramientas" emocionales. Señaló que mientras las mujeres suelen utilizar un repertorio más amplio, los varones se valen de solo una o dos herramientas (siendo la ira la más común). El objetivo es desarrollar competencias emocionales (según Dizquerra) para que los varones puedan percibir, comprender y regular sus emociones de forma apropiada.

Las cinco competencias clave a fomentar son:

  1. Conciencia Emocional: Percibir lo que el cuerpo dice y ponerle nombre, implicando la empatía.
  2. Regulación Emocional: Habilidad para gestionar la intensidad y duración de los estados emocionales, trabajando la tolerancia a la frustración y el manejo de la ira.
  3. Autonomía Emocional: Capacidad de autogestionarse y defenderse de influencias externas negativas (requiere autoestima y resiliencia).
  4. Habilidad Social: Comunicación asertiva, cooperación y respeto.
  5. Habilidades para la Vida: Adaptación al afrontamiento de desafíos diarios (resolución de conflictos, capacidad de "fluir emocionalmente").

2. Pilares para el Equilibrio Emocional Masculino (Darío Casals)

Darío Casals presentó un modelo para alcanzar un equilibrio emocional entendido como un proceso dinámico, sostenido por tres pilares interconectados:

  • Comunidad: El ser humano necesita vivir en comunidad como base fundamental para el bienestar. La comunidad proporciona un sentido de pertenencia y una red de apoyo que amortigua el estrés y la soledad.
  • Vulnerabilidad: Casals diferencia claramente la vulnerabilidad de la debilidad. La vulnerabilidad es un acto de coraje y valentía, que se desarrolla a través del autoconocimiento, la empatía emocional y la conexión emocional auténtica.
  • Realidad Material: La falta de recursos básicos (techo, comida) genera estrés crónico y ansiedad constante. En "modo supervivencia", la regulación emocional es casi imposible, rompiendo el ciclo de equilibrio.

3. La Interseccionalidad y las Políticas de Cuidado

El debate final abordó cómo las barreras estructurales afectan el cuidado masculino.

  • Discriminación Positiva: Existe una falta de políticas públicas de cuidado para los varones (ej. prevención de cáncer de próstata) porque la sociedad asume que este grupo tiene los recursos para cuidarse por su cuenta o es visto como el "cero o el promedio". Darío Casals introdujo el concepto de "discriminación positiva" para enmarcar esta problemática.
  • Contradicciones en los Refugios: Se señaló la paradoja de que los hogares para mujeres con hijos existen, pero "los hogares o los refugios para hombres no admiten niños", lo que evidencia cómo la legislación protege a las mujeres bajo el paraguas de la fragilidad, mientras descuida al padre a cargo.
  • El Privilegio en la Intervención: Se enfatizó que los técnicos deben reconocer su propio privilegio al trabajar con varones en situación de precariedad. Es fundamental que la intervención sea contextualizada y realista para no caer en idealismos, aceptando que estos hombres "hacen lo que pueden" para sobrevivir en una realidad material adversa.

 

Conclusión

La clase concluyó que el esfuerzo para lograr un procesamiento saludable de las emociones y superar los costosos mandatos de la masculinidad requiere tanto herramientas subjetivas como cambios estructurales. Gabriela Córdoba utilizó la metáfora de la "caja de herramientas emocionales" para ilustrar que, si bien las mujeres suelen usar un repertorio más amplio, los varones se valen generalmente de solo una o dos, siendo la ira la más común. Por ello, se debe trabajar en el desarrollo de competencias emocionales, como la Conciencia Emocional (identificar lo que el cuerpo dice y empatizar) y la Regulación Emocional (manejo de la ira y tolerancia a la frustración).

Darío Casals presentó un modelo para alcanzar el equilibrio emocional sostenido sobre tres pilares interconectados: la Comunidad, crucial para el sentido de pertenencia y como amortiguador del estrés; la Vulnerabilidad, diferenciada de la debilidad y conceptualizada como un acto de coraje necesario para la conexión auténtica; y la Realidad Material. Casals afirmó que la falta de recursos básicos genera estrés crónico y ansiedad constante, lo que lleva la mente al "modo supervivencia" y hace que la regulación emocional sea casi imposible.

Este último punto generó un debate crucial sobre la ética de la intervención, señalando la necesidad de que los técnicos reconozcan su privilegio para evitar usar las "condiciones materiales" de los varones pobres como justificación de sus fallas en la regulación. La intervención, por lo tanto, debe ser contextualizada e interseccional, aceptando que los varones en situaciones adversas a menudo "hacen lo que pueden" para sobrevivir.

Finalmente, la clase abordó las contradicciones en las políticas públicas, como la falta de promoción de la salud preventiva masculina (ej. cáncer de próstata), un fenómeno que se enmarca bajo el concepto de "discriminación positiva". El camino hacia la transformación requiere "consolidar lo afectivo" y liberar a los varones del disciplinamiento que provoca el ocultamiento de las emociones y la disociación afectiva.

No hay comentarios: