Me interesa devolverles en términos generales una mirada
sobre lo que considero se logró en los cuatro encuentros de la experiencia en
la que nos dimos cita para conversar temas que nos involucran sobre nuestros intereses
en las masculinidades y las vidas de los varones.
A partir de una inscripción de 60 personas, pude considerar solo diez textos elaborados. Esto indica un gran entusiasmo, pero también dificultades para sostener los deseos individuales en relación con las prioridades de la vida cotidiana en la formación. Nada nuevo en la época que nos toca vivir. Considero que hacemos lo que podemos y miro con gratitud lo que aún nos permite transitar en una universidad pública y gratuita, para explorar nuestros deseos y formarnos en condiciones poco favorables para organizar el tiempo de estudio.
Lo que pude mirar en los diez textos suyos que tuve la
hermosa oportunidad de recorrer, fue un notable nivel de compromiso y
comprensión, porque abordaron temas complejos de las masculinidades
contemporáneas desde una perspectiva crítica y teórica; identificaron patrones
claros en los puntos fuertes en los que apostaba el curso. A continuación, me
permito puntualizarles -siempre en términos generales considerando los diez textos-
las ideas centrales que pude sistematizar al leerlos. Voy a ponerlas considerando
“puntos fuertes” y “puntos débiles para ser mejorados”. Sobre estos puntos
débiles me pregunto que pude haber mejorado como docente en la conducción del
dictado. Porque los resultados los considero contemplándonos todos juntxs.
Puntos Fuertes Generales:
- Sólida
comprensión teórica y crítica: mostraron buena asimilación de los
fundamentos teóricos del curso, entendiendo la masculinidad como una
construcción social y no una esencia fija. Hay una capacidad destacada
para aplicar marcos complejos como la sociología figuracional de Norbert
Elias, la teoría de la performatividad de Judith Butler, la violencia
simbólica de Pierre Bourdieu, y el concepto de subalternidad de Gayatri
Spivak. Por ejemplo, el grupo de Casas, Chocobar, Gonzalez Rocha y Vilte
Figueroa sobresalió por el manejo que hicieron de los conceptos clave
asociados a las masculinidades liberales y neoliberales, incluyendo
performatividad, disciplinamiento y habitus.
- Análisis
crítico de mandatos tradicionales y su impacto: en sus textos lograron
analizar con buen criterio los mandatos tradicionales de la masculinidad,
su impacto en la sociedad y las nuevas formas de ser varón en el siglo
XXI. Vi una buena conexión entre las dinámicas económicas (neoliberalismo,
precarización laboral) y las crisis de identidad masculina. El trabajo de
Saravia y Ocampo (TP1) es un ejemplo “piola” en la manera que exploraron
la dicotomía sarmientina "civilización y barbarie" y cómo los
mandatos tradicionales restringen la expresión emocional masculina.
- Exploración
de la vulnerabilidad masculina: tuvieron en general muy buen tino para
mirar y analizar las vulnerabilidades y sufrimientos de los varones,
desafiando la visión simplista de la masculinidad como una figura de
privilegio homogénea. Por ejemplo en el análisis de la represión
emocional, el impacto psicosocial de la autoexplotación, las tasas de
suicidio y las experiencias de varones en situación de prostitución. La
distinción clara entre varones que ejercen y consumen prostitución en el
trabajo de Adrián Chocobar y Selva Casas, resaltando la vulnerabilidad de
los primeros, los constituye en uno de los textos más valiosos en términos
de sensibilidad emocional.
- Compromiso
con el cambio social: todos mostraron un gran interés en promover el
cambio social y la construcción de relaciones más saludables y justas. Lo
veo en las propuestas de repensar las masculinidades, promover la
expresión emocional, la educación sexual integral (ESI), y "restituir
comunidad" frente a la mercantilización de lo íntimo.
- Coherencia,
estructura y diversidad de fuentes: la estructuración de los textos ha
sido muy clara con introducción, desarrollo y conclusión, una
argumentación lógica y un lenguaje preciso. Estuvo muy bueno que usaran diversidad
de fuentes, incluyendo artículos, noticias, publicidades, videos de redes
sociales y (mis!!!!) notas de clase.
- Posicionamiento
situado y honestidad intelectual: algunos textos incorporaron una
perspectiva situada, reconociendo la posición personal del investigador
frente al objeto de estudio, me “emocionó” esto. Similar a lo que hice en
la primera clase cuando me presenté ante ustedes.
Debilidades y oportunidades de mejora generales:
- Conexión
con el contexto salteño: hubo una limitada explicitación de cómo las
dinámicas globales se manifiestan en el contexto específico de Salta. Si bien
algunos trabajos incluyen ejemplos de Argentina o Salta, hace falta más,
más, más. Este fue un objetivo explícito del curso. Me quedo pensando que
tal vez como docente no insistí lo suficiente o no lo hice “tan”
explicito, je je. Si no pensamos en “glocal” perdemos nosotros en la
región, frente a los avatares de la globalización. Un tema para conversar
largo.
- Mayor
profundización en la interseccionalidad: ¡aunque muchos de ustedes
aludieron a factores como la pobreza o la clase social, falta una mayor
explicitación y de la lente interseccional y encontrar matices! Eso
sucedería cuando se baja a la región y a la vida cotidiana de cada uno de
ustedes como investigadores. Estoy convencido que es necesario explorar
más a cerca de cómo la raza, la etnia, la orientación sexual y otras
identidades se cruzan para generar vulnerabilidades específicas en los
varones, más allá de ejemplos generales; en casos “chiquititos”,
concretos, específicos, de la vida cotidiana.
- Explicitación
de referencias teóricas: si bien hay una comprensión de los conceptos,
estaría bueno mayor explicitación y citación directa de los marcos
teóricos y autores clave del curso (ej. Bourdieu, Foucault, Spivak, Han).
- Desarrollo
de propuestas de políticas públicas y acción social: si bien abogan
por el cambio social, insisto en que debemos acostumbrarnos a pensar “los
cómo”. Es decir, intentar desarrollar con más detalle propuestas concretas
de políticas públicas o iniciativas estratégicas que puedan contrarrestar
las problemáticas analizadas. Es un ejercicio constante que me parece debemos
hacer en los ámbitos académicos.
Me quede con ganas de escuchar más las voces de los varones.
Había veinte inscriptos entre las sesenta personas que nos dimos cita en la
experiencia. Queda la pregunta de los porqués? Y la inquietud de construir las estrategias
para recuperar y hacer valiosas sus voces y experiencias. Porque son muy, muy
necesarias.
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