Propuesta en la Mesa: Género y Ciencias Sociales.
27, 28 y 29 de agosto
Autor: Fernando Pequeño Ragone
Palabras clave: Sublimación, Subalternidad, Asedio,
Inmanencia, Masculinidades
La presente propuesta fue pensada a partir de mis clases con estudiantes de licenciaturas en la Universidad Nacional de Salta durante mayo y junio del corriente año. Con una inscripción de 60 estudiantes —entre ellos, apenas unos pocos varones—, nunca llegué a oír sus voces a lo largo de todo el cursado. Al mismo tiempo, participaba de un grupo de varones que buscan construir su "autenticidad" a partir de la posibilidad de dejarse "conmover". Entre ellos nunca pude escuchar palabras sus sexualidades y el reconocimiento de la comunidad y la vida política. En tercer lugar, en una experiencia de diplomatura en masculinidades que comparto este ano, escuche del docente Rubén Campero (Uruguay) su propuesta sobre el "asedio" derrideano. No estaba él convencido de mirarlo en complemento con la "sublimación" freudiana, a riesgo de caer en ciertas justificaciones de la violencia masculina. Fueron nudos para pensar lo que aquí busco promover en la discusión.
Resumen: Se propone un marco epistemológico innovador para los estudios de género, articulando la "sublimación" (Freud), el "subalterno" (Spivak), el "asedio" (Derrida) y la "inmanencia" (Spinoza, Deleuze). Este enfoque busca abordar las masculinidades desde una perspectiva compleja, especialmente aquellas en el límite entre la hegemonía, la violencia y la vulnerabilidad, trascendiendo la mera condena.
La sublimación actúa como una herramienta epistemológica y
ética para el investigador, permitiéndole transformar prejuicios y juicios
morales en una búsqueda de conocimiento más profunda y desapasionada. Este
proceso, considerado una operación psíquica "saludable", es crucial
para entender el sufrimiento en contextos complejos. La subalternidad permite
visibilizar y reconocer las diversas experiencias masculinas marginales,
evitando la "violencia epistémica" y las visiones monolíticas. El
asedio derridiano, entendido como la presencia persistente de lo inasimilable,
fuerza al investigador a confrontar y deconstruir las "creencias
férreas" académicas y las verdades establecidas. La inmanencia se suma
para comprender que la sublimación es un proceso incompleto, donde la energía
pulsional se mantiene inmanente, impulsando la continua transformación y
creación.
Este marco busca desestabilizar el patriarcado y las
narrativas hegemónicas, generando un conocimiento que informe políticas
públicas para disminuir la violencia y promover masculinidades más saludables y
socialmente comprometidas. Ejemplos como la paternidad sublimada o el activismo
de varones gays demuestran cómo las pulsiones pueden canalizarse hacia el
desarrollo comunitario y la construcción de identidades complejas, abriendo
caminos para la transformación social.
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